FANGOTERAPIA

La fangoterapia es un método alternativo que ofrece múltiples beneficios cosméticos y en el tratamiento de ciertas enfermedades. Este proceso se conoce desde hace miles de años: ya en el antiguo Egipto o en la Grecia clásica eran aprovechadas sus bondades desinflamatorias y antioxidantes.

Como se puede deducir de su nombre, la fangoterapia es un procedimiento a través del cual el cuerpo o una zona específica de él se cubre de fango, lodo, barro o arcilla. Actualmente la fangoterapia trabaja con diferentes tipos de tierras. La principal distinción hay que hacerla entre barros y fangos. Los barros son extraídos de capas profundas de tierra firme y los fangos se pueden obtener del fondo de distintas superficies acuáticas como mares, lagos, ríos, manantiales o pantanos.

En el grupo de los barros, dentro de la diversidad de tratamientos que ofrece la fangoterapia, la arcilla es la más utilizada, pues este tipo de tierra se puede encontrar en gran variedad de tipos y es de mucha ayuda en tratamientos estéticos, sobre todo los que tienen que ver con el cuidado de la piel.

Los fangos, por su parte, al ser recolectados en ambientes húmedos, son propicios para conservar gran cantidad de oligoelementos, sales y minerales, ideales para el tratamiento de padecimientos o lesiones musculares, en las articulaciones o relacionados con los huesos, así como también aportan maravillosos beneficios en procedimientos de regeneración y antienvejecimiento de la piel.

Entre los múltiples y muy variados beneficios en los que la fangoterapia puede contribuir a la mejora de nuestra salud física, se pueden mencionar:

• La aplicación de compresas de fango tiene muchas utilidades dentro de la fisioterapia, pues ayuda a tratar diferentes dolencias relacionadas con los músculos y el sistema óseo, tales como esguinces, luxaciones, traumatismos, contusiones, entre otros. Esto se debe a que el barro tiene la propiedad de relajar los músculos, mejorando la circulación de la sangre, evitando la inflexibilidad en las articulaciones y aliviando el dolor.
• Las terapias con barro también son una forma muy efectiva de combatir dolores de cabeza, ya sea esporádicos o crónicos, como en el caso de la migraña. Colocar barro directamente sobre la frente o a través de alguna bolsa, refresca esa zona y ayuda a aliviar el dolor.
• El fango es rico en elementos que tienen un alto poder desinflamante, por lo cual es usado en diversos casos para lograr la correcta curación y cicatrización de heridas superficiales.
• Si la terapia de fango se aplica a nivel del abdomen, también podemos destacar que entre sus beneficios se encuentra ser una gran opción para combatir problemas relacionados con la digestión, así como también es de gran utilidad para mejorar casos de estreñimiento, pues el barro estimula y ayuda a normalizar el proceso natural del sistema digestivo.
• La fangoterapia también tiene una gran cantidad de beneficios y aplicaciones en lo que a problemas asociados con la piel se refiere. El fango es un refrigerante natural que ayuda a la eliminación de toxinas y relaja la epidermis, por lo que es ideal para mantener la piel suave y saludable, así como tratar diferentes afecciones como la dermatitis y el acné. Además, la utilización de jabones o exfoliantes a base de arcilla es un complemento ideal para mantener nuestra piel hermosa y radiante.
• Además de todos los beneficios mencionados anteriormente la fangoterapia también está recomendada como método de relajación, pues es una muy buena forma de liberar tensiones y lidiar con el estrés físico y mental.

A pesar de todos estos múltiples beneficios ya mencionados, cabe destacar que las terapias con fango están contraindicadas si se presentan algunas enfermedades graves como la epilepsia, la esclerosis múltiple o la tuberculosis; también, si se padece de trastornos infecciosos o relacionados con la sangre, por lo que si se presentan estos casos es necesario consultar con un experto en salud antes de someterse a cualquier tratamiento con barro.

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